Aprendizaje Esporádico

Que sucedería si de pronto las personas aprendieran a valorar los sentimientos de los demás, acaso no sería el mundo perfecto, el mundo que busca renacer de las cenizas que ha ocasionado la tempestad de pensamiento humano, el mundo que busca la verdad en medio de tanta mentira. Lo curioso es que sin importar cuantas veces se piense en los demás, nunca se encontrará la verdad absoluta. Es por esto que cada persona debe entender que nadie asimila los pensamientos y emociones de igual manera, y que por consiguiente, el proceso de comunicación es complejo y adverso la mayoría de veces. 

La singularidad de cada ser humano puede ocasionar choques de pensamiento donde casi nunca se llega a un acuerdo, pero que es la vida sin problemas y desacuerdos, estos hacen recordar a la gente que cada persona es diferente y que la vida está llena de altibajos.

El que reflexiona y analice dentro de sí que es lo que puede ayudar a mejorar su vida y la vida de los demás y además, haga algo al respecto, puede estar seguro que tiene una recompensa pactada con los demás; sin saber cuál sea esa recompensa, se debe seguir día con día esforzándose para conseguir ser la mejor versión de uno mismo y esperar algún día ese ansiado premio que va más allá de lo material.